lunes, 18 de junio de 2012

AL LORO: GRASSES DEL OFICIO

Si hay algo que me todavía me  sorprende tras más de 20 años de amistad con mi amigo Ernest es su enorme vida interior y la trepidante inquietud que deriva de ella. igual de fuerte que es patinar con él desde hace dos décadas y que sepa hacer trucos que no sabías que sabía hacer, es su  agudo y peculiar sentido del humor y talento natural para hacer cosas que nunca has visto antes. Todo junto configura el curioso hecho de que una de las personas que conozco con los pies más anclados en la tierra, resulta ser, a la vez, viajante de un curioso mundo de imaginación, en el que lo tecnológico, lo rural, el humor y el skateboarding se dan la mano, los pies, la nuca, el chocho o lo que haga falta.

No quiero decir nada más, nadie lee esta mierda y, lo que es peor, NADIE LEE NADA...pero al menos nos quedan vídeos así para pasar esta vida de un modo agradable: