martes, 24 de abril de 2012

A PEACEFUL WORLD

Ciertamente, las personas que no aceptan ninguna forma de expresión, dentro y fuera del patín, existen. las personas que hacen de este mundo un lugar peor, por ahí andan, maquinando sus cositas para seguir "progresando" en la vida; los que señalan con el dedo por la calle, los que se ríen sin venir a cuento, los que se creen más listos, los que de verdad lo son y emplean ese potencial con malas artes para pudrir un mundo que les ha dado todo. Gente con suerte en la vida, un planeta que les ha sonreído, con grandes casas, potentes coches y bellas mujeres. Ese no pararse a pensar lo que le deben a la Tierra, esas normas que les protegen de lo "anormal", de lo "raro", esos perros guardianes y mercenarios de quien les libere de la osada tarea de pensar. Un mundo de cosas feas que, encima, pueden horrorizar todavía más si el planeta nos devuelve el golpe con mala suerte. Pensad por un segundo en un Fukushima español...¿no preferirías ahora mismo que un aterrador espectro apareciera en tu pasillo susurrando tus apellidos, mientras tus muebles empiezan a dar vueltas, a vivir una catástrofe semejante?...tenemos miedo de lo irracional, pero...¿y lo racional?...ahí está para, de vez en cuando, refrigerándonos la memoria para que reaccionemos, refrigeradores y reactores, demasiados, demasiado cerca siempre.

¿Creación o destrucción?